Carta que nunca se envió
No sé si alguna vez leerás esto, pero necesito escribirlo para soltar lo que llevo dentro. Tú fuiste esa chispa inesperada que encendió algo bonito en mí. No eras un plan. No eras una estrategia. Solo fuiste tú… y yo me ilusioné. Tus palabras, tus gestos, tus silencios — todos me hablaban de una posibilidad. Y aunque muchas veces traté de ignorarlo, mi corazón sí sintió. Te pensé en lugares que no conoces, te incluí en planes que no eran tuyos, y soñé con cosas que quizás tú nunca imaginaste conmigo. Sé que estás en otra historia. Y quizás en tu historia, yo solo fui una página curiosa… pero en la mía, fuiste un capítulo que dolió cerrar. Hoy no te escribo para reclamarte. Te escribo para despedirme. Para soltar el "¿y si…?", para dejar de esperarte entre pausas de mi vida. Porque merezco amor claro. Amor libre. Amor completo. No amor a medias. No amor oculto. No amor imposible. Y aunque te quise —sí, te quise— hoy elijo quererme más a mí. Gracias por lo...